viernes, 28 de marzo de 2008

Indesign & Illustrator vs Freehand I


FreeHand (FH) era un programa informático de creación de imágenes mediante la técnica de gráficos vectoriales. Gracias a ella, el tamaño de las imágenes resultantes podían ser escalables sin pérdida de calidad, lo que tiene aplicaciones en casi todos los ámbitos del diseño gráfico: identidad corporativa, páginas web (incluyendo animaciones Flash), rótulos publicitarios, etc.

Creado por la compañía Altsys en 1998, y licenciado a Aldus, cuando esta compañía y su cartera de productos fueron adquiridas por Adobe Systems, los nuevos propietarios se vieron obligados a desprenderse de él. FreeHand se situaba en competencia directa con uno de los productos originales más importantes de la empresa (Adobe Illustrator), algo que incluso podía constituir un indicio de prácticas monopolistas. Después de la intervención de la Comisión Federal de Comercio de los EE.UU., el programa volvió a manos de Altsys, que fue comprada posteriormente por Macromedia, quien continuó desarrollando el programa desde la versión 5.5 hasta la MX manteniendo su cuota de mercado, gracias a su integración con el resto de los productos de la firma (como Flash o Fireworks).

En 2005, Adobe compró Macromedia y como es obvio, no iba a desarrollar dos tecnologías paralelas, ya que Illustrator sobrepasaba con creces a Freehand. La idea de la compañía era proveer de las herramientas y soportes necesarios para facilitar el cambio de FreeHand a Illustrator. Aún así, Adobe anunció en mayo de 2006 que su plan era seguir dando soporte a FreeHand y desarrollarlo en base a las necesidades de sus usuarios. Pero el 15 de mayo de 2007, anunció oficialmente que discontinuaría tanto el desarrollo como el soporte de FreeHand.

FreeHand no ha sido actualizado junto con las demás herramientas de la firma ni en el paquete MX 2004 ni en el Studio 8, permaneciendo estancado en la versión MX desde hace más de 4 años. Sin embargo, muchos diseñadores siguen intentado maquetar con él, a pesar de no estar concebido para ello.

jueves, 13 de marzo de 2008

El último escalón de las artes gráficas


Tras la impresión, entra en juego otra serie de procesos que suponen la última etapa en la elaboración de la pieza, el manipulado. Perforar, coser o enlomar son algunos de ellos. Todos se realizan con máquinas cuyas características técnicas y calidad nos darán una ventaja competitiva, respecto al resto de empresas rivales. Por ejemplo, rapidez, dimensiones, seguridad o espesor máximo que aceptan.

En el caso de las retractiladotas, su simplicidad y manejabilidad es fundamental. Pero también debe tenerse en cuenta su consumo, potencia, altura, tensión de alimentación, sistema y dimensiones de soldadura, programas o si lleva electro he-man y contador de piezas de serie. Por su parte, lo primero que debemos comprobar en las perforadoras es el tamaño de papel que admite. Tampoco hay que olvidar su facilidad de manejo, el esfuerzo que requiere y la seguridad que nos proporciona. Pero sobretodo, hay que saber si el modelo de regleta permite las medidas más comunes.

Normalmente, las cosedoras pueden trabajar en modo plano o a caballete, con un espesor de hasta 5 mm, que es más que suficiente. De hecho, se aconseja no superar los 3 mm. El número de grapas que puede contener el cargador de cada cabeza, nos dará una idea aproximada de su capacidad. Del mismo modo, debemos tener en cuenta si la cabeza está unificada, de manera que pueda cambiarse y determinar su variación.

Las enlomadoras deben ser rápidas y sencillas en sus movimientos y estar preparadas para la producción de pequeñas y grandes cantidades. El espesor mínimo que admiten basta con que sea de 5 mm y de 35 mm como máximo, y la faja suele rondar los 400 mm de largo. Algo más que debemos considerar es la posibilidad de revestir sin límite accionada a mano el impulso eléctrico. Pero la principal mejora a valorar es enlomar simultáneamente por arriba y por abajo en una única operación.